Los y las emprendedoras, tienen hasta un 50% más de probabilidades de padecer de ansiedad, insomnio, fatiga y depresión.
La principal herramienta para disminuir el riesgo y mejorar los problemas de salud mental es la resiliencia.
Ser resiliente significa desarrollar la capacidad de adaptarse positivamente a la adversidad centrados en tres pilares:
1. Construye redes de soporte
Crear una red de personas que fomente la apertura y suficiente seguridad emocional para que se pueda solicitar ayuda. Construir una comunicación abierta, además de brindar apoyo emocional también ayuda a definir mejores planes a futuro, tomar decisiones más claras y racionales.
2. Trabaja en ti mismo.
Para desarrollar la resiliencia es necesario encontrar tu propia identidad, un propósito y metas de vida claras. Los expertos sugieren indagar en las emociones, establecer objetivos alcanzables y adoptar hábitos de vida saludables que fomenten el proceso de autoconfianza.
3. Busca ayuda profesional
Muchos gastos por accidentes y enfermedades son consecuencia de problemas de salud mental como estrés, depresión y ansiedad. Buscar ayuda profesional te beneficiará no solo a ti, sino también a tu entorno y a tu empresa.
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